‘The Outsider’, desde la novela de King, hasta la serie de HBO

Me leí, hace muy poco, ‘The Outsider’ de Stephen King porque me habían llegado comentarios positivos de esta nueva serie de HBO, basada en esa novela. De modo que en cuanto terminé la lectura de sus más de 550 páginas puse el primer capítulo, en gran medida ávido de comprobar hasta qué punto todo lo que yo había imaginado leyendo las páginas de la obra literaria aparecía en las imágenes de la obra de ficción, y en qué aspectos o detalles o soluciones distaba de lo que propuesto por King en uno de sus últimos trabajos. Es un ejercicio interesante porque por un lado opone tu imaginación a la de los directores/creadores de la serie, y por otro lado supone una confrontación entre la estructura y las decisiones creativas del novelista, frente a la estructura y las decisiones creativas de los cineastas.

El debate teórico que surge con las adaptaciones literarias (sobre su pertinencia o no, sobre su fidelidad, su necesidad) siempre ha estado ahí y yo creo que siempre lo estará (y bienvenido sea todo debate teórico, que casi nadie quiere ponerse a dilucidar…), pero una de las ideas más habituales es que no puede compararse un libro a su adaptación cinematográfica, o películas y libros que aunque no participen del mismo argumento, sean obras que nos recuerden las unas a las otras. Y aunque estoy de acuerdo en que sería mejor desechar esa expresión de que «el libro es mejor que la película», o a la inversa, también creo que es inevitable hablar, de una forma teórica, sobre lo que supone la adaptación de una novela concreta, sin necesidad de hablar de mejor o peor, sino de las razones de una y de otra, de su construcción y de sus diferencias. Creo que es lo bastante interesante como para dedicarle estas líneas.

Y aún más si, como es mi caso, y por las razones anteriormente expuestas, primero te lees la novela y acto seguido te pones con la serie. Creo que Stephen King, pese a no parecerme ningún genio de la literatura universal, sí es un autor que se merece un respeto, y cuyo corpus va a perdurar por razones más allá de las comerciales. Se le suele achacar que su escritura es poco literaria, y entiendo esta clase de comentarios. Pero es indiscutible su capacidad para la creación de personajes memorables y llenos de vida, su infalible instinto para los diálogos, su enorme ingenio narrativo. ‘El visitante’/’The Outsider’ es una de sus últimas novelas, y desde el arranque se percibe la rotundidad del que se las sabe todas, de quien hace mucho que tiene cogido el toro por los cuernos, y de alguien que poco a poco te va enredando en una historia apasionante y en cuanto te descuidas te tiene enganchado a una intriga al principio inquietante y después terrorífica.

Cuenta la historia de un asesinato atroz, cometido contra un niño que no llega a los diez años, a quien han sodomizado con una gruesa rama de un árbol y arrancado varias partes de su cuerpo a mordiscos. El caso parece claro para el detective local de ese pueblo ficticio, pues los testigos, las abundantes huellas dactilares e incluso el ADN apuntan a una sola persona, un hombre muy querido en el pueblo al que se arresta inmediatamente. El único problema, el gran problema, es que esa persona no estuvo en la ciudad el día del asesinato, puede demostrarlo con pruebas fehacientes. Se establece en ese momento la imposibilidad de que una persona esté en dos sitios al mismo tiempo, y ni siquiera la opción de un doble o doppelgänger parece viable. El novelista, con su habitual pericia, nos irá introduciendo poco a poco en un horror inimaginable.

Ahora la adaptación. Está escrita nada menos que por Richard Price, un veterano guionista que también se las sabe todas. Ha escrito guiones para Martin Scorsese y ha participado en series como ‘The Wire’ o, más recientemente, ‘The Night of’. Y lo interesante, o más bien irónico, de su adaptación, es que sigue los mimbres de la novela más o menos hasta el episodio 4, y a partir de ahí su historia difiere de la novela cada vez en más aspectos, desde el orden de los acontecimientos hasta las mismas secuencias, y tienen lugar diálogos y hechos que jamás aparecen en el libro, un desarrollo de la investigación alejado de lo que proponía King, hasta llegar a un final algo más parecido y que en la serie es mucho más contundente e inquietante que el de la novela, pues King una vez más escribe un final débil y algo precipitado para su historia.

Es tan diferente en algunos puntos la historia de la serie a la de la novela, que creo que deberían considerar no decir que es una adaptación, sino que es una historia inspirada en ese libro. Y la pregunta que yo me hago es la siguiente: ¿si tu interés de adaptar un libro concreto nace de la lectura de ese libro y de las posibilidades que sospechas que esa historia puede tener en un medio visual, por qué luego, al adaptarla, coges algunos mimbres iniciales y luego inventas personajes, relaciones, situaciones y respuestas que no están en ese libro? Personalmente no lo entiendo. Sí entiendo que por ejemplo se decida que la serie transcurra en una atmósfera otoñal, en lugar del verano abrasador que nos cuenta Stephen King. Yo también me imaginaba más un otoño gris y ominoso antes que un sol constante, porque creo que establece mejor el tono de esta historia. También entiendo que se altere un poco el importante personaje de Holly Gibney y que en la serie parezca casi una psíquica, y puedo entender que, a grandes rasgos, no vas a escribir un guion, necesariamente, calcado página a página de la novela, pero ¿qué necesidad había de cambiar el curso de la investigación, de inventar capítulos nuevos que nada añaden a la trama, por cierto, de alterar las relaciones entre los personajes…? En mi opinión, si en tu adaptación vas a cambiar algo sustancial y ese algo no mejora lo escrito en el libro, no lo hagas.

La serie es más que decente, y tiene algunos momentos realmente magníficos, el reparto está muy bien y su puesta en escena está muy cuidada, con un uso muy psicológico de la cámara y de la atmósfera, y con una música excelente porque está escrita y ejecutada de manera muy inteligente y jamás obvia. Pero diez capítulos se antojan algo excesivos, y la trepidante trama del libro parece diluirse en algunos momentos. Entiendo que querían escribir y realizar algo parecido a una saga, pero con ello sacrificaron la unidad de la historia. El clímax en el bosque, eso sí, es excelente, mucho más potente que el de la novela, que se me antoja insuficiente para la potencia de la la estructura de King.

Llegarán más adaptaciones de King en los próximos meses y años, confirmándole como el autor más adaptado de la historia del cine. Es cierto que la mayoría de sus novelas proponen una aventura muy cinematográfica, pero tanto en su caso como en otros, no estoy seguro de que tenga mucho sentido llamar igual a la historia cuando su estructura, sus personajes y su espíritu tiene poco que ver con King, como ha sucedido tantas veces. Una adaptación es más fiel y puede llamarse así, adaptación, cuando más que ser un calco de la historia original, mantiene intactos el espíritu y la atmósfera original de la novela. Y no es el caso de ‘The Outsider’, una serie muy bien hecha que, como ‘Castle Rock’, parece más inspirada por el universo del autor que otra cosa.

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