Perfil: hermanos Coen

Joel David Coen y Ethan Jesse Coen, más conocidos como los hermanos Coen (y que pese a su prestigio algunos no conocen sus nombres de pila, o llegan a escribir como Cohen), son uno de los binomios más conocidos de la historia del cine, y probablemente el más brillante, por encima de los hermanos Taviani o los hermanos Dardenne, y se encuentran entre los cineastas independientes estadounidenses más importantes e influyentes de las últimas cuatro décadas, desde que debutaron con aquel desaforado y extraño ‘Sangre fácil’ (‘Blood Simple’, 1984), hasta crear una carrera bastante prolífica en títulos a pesar de que nunca han sido realizadores mainstrem ni han conocido éxitos masivos. Su carrera, irregular como casi todas, no tiene quizá una obra maestra del tamaño de las de Paul Thomas Anderson o David Fincher, pero poseen un puñadito de excelentes películas con el que sin duda pueden situarse entre los grandes de su tiempo, y una personalidad fílmica inconfundible basada en el cinismo, la malicia y el humor negro.

Y es que para los Coen todo es motivo de risión, aunque no siempre han hecho comedias, sino que han ido alternando, la mayoría de las veces, entre comedia (bufa o satírica o absurda) y filmes más serios y conceptualmente más profundos. Sólo ellos harían un número musical con el Ku Klux Klan en ‘Oh, Brother’ (2000) o propondrían una inexistente fábula judía en el inicio de ‘Un tipo serio’ (‘A Serious Man’, 2009), o directamente una crítica del colectivo judío (al que pertenecen sus propios ancestros) en ‘Barton Fink’ (1991). Y es que no son buenas personas los Coen. Pero pocos cineastas de EEUU más libres y haciendo verdadero honor a la expresión «independiente», pues siempre hacen el cine que a ellos les interesa, con total libertad creativa y con el corte final de montaje, y sin importarles las presiones de mercado, ni conceder casi nunca entrevistas, y en general no pagando los peajes de la fama ni de los premios, a pesar de que pareciera que son los niños bonitos del festival de Cannes, a donde han llevado casi toda su obra desde que con ‘Barton Fink’ ganaran los tres premios principales.

De formación autodidacta, los Coen han ido evolucionando y se han ido sofisticando, aunque ya ‘Miller’s Crossing’ (1990), de deleznable título español, era bastante sofisticada. En los últimos años, desde la excelente ‘A propósito de Llewyn Davis’ (‘Inside Llewyn Davis’, 2013), parecen haber bajado de intensidad y de ingenio, y ahora Joel anuncia el rodaje de su primera película en solitario, sin contar con su hermano Ethan, basada en el Macbeth de Shakespeare… ya veremos lo que da de sí y si la carrera de estos particulares hermanos creativos se estira con más títulos, pero aquí mi valoración de su trayectoria:

Blood Simple (1984) 6,5
Raising Arizona (1987) 6,0
Miller’s Crossing (1990) 8,5
Barton Fink (1991) 8,5
The Hudsucker Proxy (1994) 6,0
Fargo (1996) 8,5
The Big Lebowski (1998) 8,0
Oh Brother, Where Art Thou? (2000) 5,0
The Man Who Wasn’t There (2001) 5,0
Intolerable Cruelty (2003) 5,5
Ladykillers (2004) 6,0
No Country for Old Men (2007) 8,5
Burn After Reading (2008) 7,0
A Serious Man (2009) 8,0
True Grit (2010) 6,0
Inside Llewyn Davis (2013) 8,5
Hail, Caesar! (2016) 5,5
The Ballad of Buster Scruggs (2018) 5,5

Y aquí un compendio de sus habilidades y técnicas cinematográficas:

Guionistas excelentes de comedia y sorprendentes de género, siempre revitalizando y reescribiendo los códigos y buscando lo más contracultural y lo más crítico, con buenos diálogos y notables personajes
Dirección de actores brillante y astuta, capaz de trascender lo escrito en el guion para dotar a sus películas de una fauna de estúpidos, bobos o caracteres extremos muy personal e intransferible.
Montadores también brillantes, que rara vez llaman la atención sobre sí mismos y que con esta herramienta pulen aún más lo caligráfico de su puesta en escena.
Realizadores que se adaptan a cada nuevo proyecto, con mucha querencia por la comedia o el cine negro, que han sabido sacar lo mejor de sus operadores
Estilo nada comercial y siempre crítico con su propio material, que casi nunca es pretencioso ni grandilocuente, y con el que construyen una filmografía de autor nada acomodaticia
Marketing sorprendente: apenas conceden entrevistas y no son de los que van por ahí haciendo amigos, pero todo el mundo les respeta y quiere trabajar con ellos.

3 respuestas a “Perfil: hermanos Coen”

  1. Buen análisis de los Coen. No están entre mis cineastas preferidos, con una carrera irregular pero también peculiar. Su cine es de extremos: o los amas u los odias. A mí en la gran mayoría de sus películas me dejan indiferente, dándome vergüenza ajena con lo que hicieron con Bardem en No es país para viejos, interpretando a un asesino frío y despiadado que, por momentos, parece subnormal (con perdón para los deficientes mentales) aunque eso le valiese el óscar, que visto lo visto y teniendo en cuenta las grandes injusticias que se han cometido a lo largo de la historia, los mismos carecen de veracidad para mí; o El gran Lebowski, película absurda donde las haya aunque tenga su encanto

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  2. Mi película favorita de los Coen, y es muy difícil afirmar algo así, es «A serious man». Toda la peripecia del protagonista, anodina a todas luces, se convierte en una metáfora muy lúcida de la vida contemporánea y, claro, de nosotros mismos. No me canso de verla. Los diálogos son brillantes y la puesta en escena, luminosa. A pesar de todo, no sé por qué no es más apreciada entre todos los amantes del cine. Por eso me ha encantado tu valoración.

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