En uno de los recientes programas de ‘Viajeros de la noche’, no recuerdo ahora mismo cuál (incluso puede que fuera de micro), me comentaban mis compañeros que a mí me va mucho lo apocalíptico, y que un día deberíamos hacer un programa relacionado con eso. No les falta razón, y me ha hecho pensar en todo aquello que me ha inspirado, porque casi todo lo que escribo es apocalíptico o de supervivencia, y estas ficciones me han obsesionado y fascinado desde muy pequeño. Uno no elige lo que le atrapa, sino más bien al revés.
Y ahora que estamos a las puertas de una probable III Guerra Mundial –aunque yo creo, no se lo digáis a nadie, que llevamos décadas en esa guerra, lo que pasa es que es una guerra muy distinta a las demás…hasta que deje de ser tan distinta…– me es imposible dejar de escribir sobre el tema. La novela que escribí el año pasado está enmarcada en una II Guerra Civil española, y la que espero escribir en la segunda mitad de este año, en cuanto termine de escribir el dichoso libro sobre las series, y si todavía hay salud y no nos han lanzado cuatro o cinco cabezas nucleares sobre nuestras cabezas, será el proyecto más grande que hasta ahora haya acometido sobre un apocalipsis nada improbable. ¿Pero en qué se quedó atrapada mi imaginación desde que tuve uso de razón? En los westerns, claro, y en las películas de aventuras. Pero no en cualquiera, y cada vez menos.
Una de las primeras cosas que me dejó anonadado, y aterrorizado, fue la saga ‘Mad Max’…
La segunda fue realmente formidable, y las otras dos, la primera y la tercera, realmente terroríficas en algunos momentos. Podía sentir yo el abismo de mirar hacia una extinción masiva de la humanidad. Y en 2015 llegaba la portentosa cuarta parte, la mejor de todas sin ningún género de dudas. Muchos de los caracteres más sórdidos de estas películas intento remedarlos o que me sirvan de prototipo para los más violentos y terribles de mis ficciones.
Pero para extinción masiva la de ‘The Terminator’ (1984), que vi poco después:
Recuerdo ver esto, con menos de diez años, una y otra vez, aunque su visionado me resultaba demasiado intenso, demasiado desolador. Era un acto masoquista que ahora, con la guerra de Ucrania y de otras partes del mundo amenazando con tragarse al planeta entero, casi me ha hecho a la idea, me ha preparado de alguna forma, para lo que se puede avecinar.
Otras películas de ahora, tan magistrales como ‘Children of Men’ (2005)…
O ’12 Monkeys’ (1995)…
Me hacen sentirme ya como en casa… Pero no solamente de películas «vivo» yo, también de otras cosas, como por ejemplo videojuegos… y el videojuego survival por excelencia, el más impresionante, inolvidable y memorable, es por supuesto, ‘The Last of Us’…
Y ‘The Last of Us, Part II’…
Aunque la ficción insuperable, la más influyente y excelsa, de supervivencia y apocalipsis, es por supuesto, ‘The Walking Dead’…
Y si para terminar vamos al cómic, tendría que nombrar uno que no le gusta a mucha gente, pero que a mí me vuelve loco, con cuya portada voy a cerrar este artículo. Este tipo de ficciones han dado mucha morralla, pero también han dado obras maestras como la aquí expuestas, que literalmente me obsesionan. Vivo por cosas como estas, por muy terribles y desesperanzadas que sean. Sólo así quizá miro al mundo y me siento con un poco más de esperanza… porque todavía no se han dado estos horrores, y quizá haya alguna probabilidad de que no se den.
