La (pseudo)crítica que no sirve para nada

Es sorprendente la cantidad de gente que quiere ser crítica de Cine o crítica de Literatura. Se diría que es algo vocacional, hasta que acabas indagando, acabas rascando un poco más, y te acabas dando cuenta de la verdad de las cosas. También es sorprendente la cantidad de gente que ha estudiado en una escuela de Cine y que se pone a hablar de cosas de Cine, y que no tiene nada que aportar, que por más que dice cosas no aprendes nada ni te sirve para nada.

Hay gente, muchísima, que se pasa la vida despotricando contra los críticos, dejando claro que para ellos/as son una panda de sabiondos, unos culturetas, unos pedantes, unos listillos que van por ahí creyéndose mejor que los demás, creyendo que ellos tienes razón y los demás, que están armados de razones y los demás son tontos. He llegado a conocer a gente que trabajaba en blogs de cine y cosas similares que decía lo mismo de los críticos que los típicos garrulos de barra de bar, de camiseta de fútbol para ir de copas y de pegar perdigonazos a perros desvalidos. Les he oído con estas orejas y les he visto con estos ojos ponerse ciegos y sordos de furia cuando se intenta razonar con ellos, decirles que a lo mejor los críticos, alguno de ellos, puede que por casualidad, sepan algo de lo que están hablando y que el gusto de cada cual no tiene nada que ver con eso. Les he visto ponerse violentos, les he visto estar a punto de sacar la navaja y liarse a trompazos.

Luego, muchos de esos son los que están dispuestos a sentarse en la silla de crítico en cuanto les ponen un ordenador o un móvil delante, pueden darse de alta de manera gratuita en algún foro, y se les da la oportunidad de escribir lo que piensan. Se les olvida todo lo de antes, se les olvida lo que detestan a esos «sabiondos de mierda», y se ponen a escribir una (pseudo)crítica y ya se sienten con autoridad para hablar de cualquier cosa. Luego están los que en algún momento de su vida han estudiado algo de Cine, o algo de arte, o han hecho algún corto, o han visto muchas películas y se ponen a escribir sobre Cine con mucho entusiasmo, y te hablan de semántica, y de planos, y de avances técnicos en la historia del Cine, y lo mismo vale lo que dicen ellos que lo que dicen los otros antes mencionados, porque no aprendes absolutamente nada ni te sirve para nada. Claro, luego muchos que no tienen ni pajolera idea les leen y se piensan que están descubriendo el Mediterráneo, pero valdría lo mismo que se pusieran a leer un libro en cirílico, porque salen de la fiesta igual de ignorantes que entraron.

El Cine no es semántica ni lenguaje

Y si de alguna forma lo es, lo es en un grado muy menor, igual que sucede con la Literatura y con la Música. No diríamos que la Literatura es un lenguaje ni que la Música es un lenguaje, sino una forma de expresión artística. El problema del Cine es que opera con realidades… ¿Cómo va a ser una realidad un conjunto de símbolos o de signos? En la realidad existen símbolos y existen signos, claro que sí, pero reducir la experiencia vital a un conjunto de signos, reducir una película a pictoricismo, es hacerle un flaco favor.

Porque el Cine no es un conjunto de cuadros

Y eso a pesar de lo que piensan algunos, y de lo que insisten en ello. Si el Cine es un conjunto de cuadros en movimiento, y la relación que se establece entre esos cuadros, y el simbolismo de una sombra o de un reflejo en un espejo, entonces el Cine es muy poca cosa. Por supuesto que la semántica es un aspecto importante, y el cineasta puede comunicarse con el espectador a través de ella, pero no lo es todo, ni es lo único, como parece que tantos se empeñan en ver. Valorar una película por los signos más o menos velados, más o menos ocultos que se perciben en la composición de un plano, es tener una idea roma, barata, prosaica del cine.

Porque si se quiere hacer una crítica hay que llegar bastante más lejos

Porque el Cine tiene algo de Literatura, de Teatro, de Fotografía, de Música, de Arquitectura y de Pintura. Estaría bien saber de todo eso, y no solamente lo que son o dejan de ser… por si queda alguna duda llevamos seis párrafos intentando decir lo que es el Cine. Pero el Cine no es solamente la mezcla de otras muchas artes, que puede que lo sea, sino que se supone que es un arte narrativo. Estaría bien saber de narrativa, y no solamente que se escribe con uve y con dos erres. El Cine es un arte en movimiento y en perpetuo cambio, así que habría que aceptar que mucho de lo que se ha hecho ya no sirve para nada, y que mucho de lo que se hace intenta emerger de esa nada para conseguir algo. Saber de historia del Cine está bien, pero no podemos podemos volvernos locos con el mal llamado Cine Clásico o no aprenderemos nada.

El Cine, como arte narrativo, intenta narrar algo, erigirse como una segunda realidad, con bulto y consistencia, con coherencia, con credibilidad. Como arte poético ha de aspirar a una abstracción del conocimiento, del racionalismo, de la existencia humana. Como arte figurativo y musical ha de aspirar a una armonía, a una construcción expresiva.

No tiene el menor sentido ponerse a valorar una película de Godard como si fuera una de Clint Eastwood y viceversa, como no tiene ningún sentido pretender que la gente aprenda de Cine hablando del simbolismo o de la metáfora que representa un plano. Si estamos en un momento crítico del Cine en todo el mundo es en gran parte porque los (pseudo)críticos de Cine (y de Literatura, y de Música) proliferan, y de que las personas más inteligentes, las más preparadas, las más valientes, son acalladas, son marginadas y nadie quiere escucharlas ni leeras. Así de sencillo.

2 respuestas a “La (pseudo)crítica que no sirve para nada”

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