Los seis tiros de hoy prometen…
Ya escribiré sobre esto con más profundidad, en cuanto tenga algo de tiempo, pero me doy cuenta de que hay gente que nace con una mente rancia, reaccionaria, sesgada, complaciente… y que a medida que envejece la cosa es sorprendentemente peor. En alguna ocasión he escrito sobre el «síndrome de reblandecimiento cerebral», el SRC, descubierto y patentado por mí mismo, y del que adolecen muchas personas que en teoría no deberían: me refiero a intelectuales, artistas (o pseudo), periodistas, pensadores de todo cariz, y que consiste en que a pesar de haber sostenido, en apariencia, ciertas ideas progresistas o de izquierdas durante una época de su vida, luego resulta que no, que salen del armario y son los tipos y tipas más reaccionarios, machistas y repugnantes de la sociedad. Pero este que estoy descubriendo ahora no es el SRC, sino el PHI, el «pobre hombre con ínfulas», que se cree más de lo que es, que todavía no ha descubierto la horma de su zapato, y que cuando la encuentra da más pena que otra cosa…
Se han entregado, como viene siendo costumbre por estas fechas, los premios de la Academia de Estados Unidos, llamados Óscares. La cosa ha sido muy previsible: ha triunfado esa cosa llamada ‘Everything Everywhere All at Once’, filme que aún no he visto, que prometo ver algún día en mi vida –tampoco hay prisa– y que por lo visto va de artes marciales en mundos paralelos, un poco como en ‘The Matrix’ pero sin chorradas místicas y con sentido del humor. Dudo mucho que sea la mejor película del año, incluso que tenga algo que la haga sobresalir por encima de ‘Tar’, ‘Eo’ o ‘The Banshees of Inisherin’, pero está la gente encantada de la vida con sus premios (nunca ninguna cinta se había llevado tres de los cuatro de interpretación…) y con el Óscar a Brendan Fraser, un tipo que a todos nos ha caído siempre muy bien. Supongo que algunos ya se habrán dado cuenta de que todo esto es para contentar a los chavales que se interesen algo por los premios, y para demostrar, con Fraser, que el «Sueño Americano» todavía vive… Poco les va a durar…
…porque los mandamases estadounidenses –y con esto no me refiero al presidente y los políticos o jueces, sino a los contratistas de defensa, los vendedores de armas y drogas, los dueños de las farmacéuticas– tienen muy clara una cosa: que EEUU se va a la ruina absoluta y que una vez más la única forma de salvarlo es con una guerra mundial. Aunque esa guerra nos cueste el planeta entero, aunque al final se empleen armas termonucleares, aunque perezcan cientos de millones de personas… Si EEUU no puede ser el rey del mundo, se llevará al mundo por delante. La humanidad entera tiene un único enemigo, y ese enemigo es EEUU y sus élites, y si algún día nos enteramos y le ponemos remedio, quizá tengamos alguna probabilidad de llegar al siglo XXII…
La NASA ha presentado el nuevo traje de los astronautas que en pocos años volverán a pisar la Luna. Resulta que no es un traje blanco, como hemos visto desde el principio de los tiempo, sino negro, pero que el que veremos en la luna será blanco… Cualquiera les entiende. Yo sigo pensando que todo esto de la Luna es una mala idea, porque se van a extraer materiales de allí para traerlos aquí, y se van a iniciar verdaderas guerras comerciales por controlar territorios estratégicos. Es decir, como en la Tierra, pero en miniatura. Y la Luna no es un juguete. Si le pasara algo o perdiera una considerable parte de su masa, la vida en la Tierra podría verse comprometida… Pero ¿qué más da, no es cierto? Aquí todo vale para seguir consiguiendo ventajas financieras y para apropiarse de todo lo que nos rodea, muchas veces sin respetar el frágil equilibrio que lo mantiene todo en pie. Aún recuerdo esa pavorosa imagen de los restos de la Luna en el remake de ‘La máquina del tiempo’… me temo que puede ser una dantesca realidad.
Una y otra vez nos cuentan maravillas de fármacos con los que se logran avances asombrosos en la lucha contra el cáncer, la diabetes, el Alzheimer, y muchas otras cosas que convierten la vida de la gente común en un verdadero infierno. Me pregunto las maravillas que podríamos lograr si de verdad invirtiéramos todos nuestros recursos en investigación y ciencia. Es más, me pregunto cómo sería el mundo si en lugar de estar dirigidos por burócratas y empresarios estuviéramos liderados por científicos, por los más inteligentes del mundo. Desde luego, la cosa cambiaría mucho, porque dejaríamos de preocuparnos por gilipolleces y estaríamos centrados en una vida mucho más digna, tanto para nosotros como para los animales. Quizás algún día lleguemos a eso, tras siglos y milenios de padecer a los machos alfa de la tribu, pero mucho me temo que yo no lo veré… Me contentaría con que despareciese la monarquía, la guardia civil y los partidos franquistas de este desgraciado país llamado España.
No pienso hablar del caso Negreira. Prefiero hablar de algo mucho más estimulante para el último disparo de hoy: me paso la vida defendiendo en Twitter mis ideas y mis teorías sobre Cine y Literatura, insistiéndole mucho a todos que no se trata de gustos personales, sino de hechos, argumentos fundamentados, con los que más que estar en desacuerdo, sólo se puede oponer otro argumento. Y de hecho me encantan los argumentos en contra a los míos. Me dan ganas de continuar aprendiendo y debatiendo, y me dan esperanzas de que haya gente verdaderamente inteligente por ahí. Inteligente, no lista, y creo que no hace falta explicar la diferencia. O quizá sí…