Tal cual. Y no es, una vez más, y por mucho que me aburra tener que repetirlo hasta la extenuación, un tema de gustos, de favoritismos o de filias. Es cuestión de sentido común. Llevamos ya casi tres décadas hablando de la explosión de creatividad de las series, de la «edad de oro» (aunque para algunos esa «edad de oro» tendría lugar, incomprensiblemente a mi juicio, entre los años 40 y 60 del pasado siglo…) del medio, y de un montón de cuestiones más relativas al éxito de las ficciones televisivas que conllevan algo inevitable: la rivalidad entre cadenas de streaming y/o las grandes productoras de contenidos narrativos.
Pero si nos ponemos serios, nos ponemos serios de verdad, no hay quien pueda con HBO. No desde luego Netflix, con su deslavazado estilo a la hora de hacer series y de cancelarlas. Ni siquiera grandes cadenas como FOX o AMC, y por no nombrar la mayoría de las productoras europeas, muchas de las cuales acaban aliándose con HBO para llevar a cabo sus producciones. El legado, el fondo de armario, por llamarlo de alguna manera, de la cadena estadounidense, es a estas alturas tan impresionante, que corre uno el riesgo de no salir de allí y de quedarse para siempre en sus propuestas sin darle una oportunidad a otras estimulantes que puedan surgir de otros canales de streaming. Y no es solamente que son capaces, década tras décadas, de capturar la atención de público y crítica como ninguna, sino de un estilo (ese del que carece Netflix), de una forma de hacer las cosas, casi de un sello en sí mismo, a pesar de que ha abordado ficciones de muy diversos tipos. Ignoro si la suerte, la autoexigencia y la voluntad de hacer historia seguirá incólume en los años treinta o los años cuarenta del presente siglo, pero de momento voy a hacer aquí una suerte de jerarquía con su impresionante capital narrativo, aunque solo sea para hacerme una idea yo mismo de lo que podemos encontrarnos en su canal:
Obras maestras absolutas:
Series de varias temporadas
The Sopranos (1999-2006)
The Wire (2002-2008)
Deadwood (2004-2008)
Rome (2005-2007)
Euphoria (2019-2024)
Miniseries o antologías
True Detective I (2014)
Chernobyl (2019)
Obras notables o magistrales:
Series de varias temporadas
Six Feet Under (2001-2005)
Game of Thrones (2011-2019)
True Blood (2008-2014)
Boardwalk Empire (2010-2014)
Miniseries o antologías
Watchmen (2019)
Sharp Objects (2018)
Mare of Easttown (2021)
Olive Kitteridge (2014)
The Night of (2016)
Exterminate all the Brutes (2021)
Grandes series:
Treme (2010-2013)
Succession (2019-2023)
House of the Dragon(2022)
John Adams (2008)
Scenes from a Marriage (2021)
We Own this City (2022)
Y esto sin ser demasiado exhaustivo, porque hay más. Y en cuestión de filmes, existen unas cuantas joyas que no habrían sido posibles sin HBO, muchas de ellas, quizá, sin que el lector de estas líneas o el espectador potencial de esos filmes, conozca este hecho, como por ejemplo Citizen X (1995), Conspiracy (2001), Elephant (2003) o Last Days (2005). No sé qué canal o productora de streaming puede ser rival de todo esto.
En mi propio Canon de series (a la venta el 8 de junio) el porcentaje de series HBO es considerablemente superior al de cualquier otra cadena. No podía ser de otra manera.