Lo cierto es que desde que comparto programa de radio con dos buenos amigos profesores, y aunque ya tenía amistades dedicadas a la docencia, todo el tema de la lengua y la Literatura impartida en colegios e institutos me interesa aún más que antes, y no puedo pasar por alto un artículo como este, que tanto están dando que hablar estos días, y que han vuelto a poner sobre la mesa, siquiera por un breve lapso de tiempo (no creo que más de tres o cuatro días antes de que se olviden de ello y pasen a otro tema), el hecho de que a los chavales en España (no como en el resto del mundo, por lo visto…) no les gusta leer, no aprecian la literatura del siglo de oro español, y según El País y otros medios, deberíamos hacer como el modelo francés u otros que incluyen películas, que meten títulos modernos como Harry Potter.
Yo no tengo ni idea de qué se puede hacer para que los chavales lean más. No sé si tengo mucho interés en que lo hagan o es que directamente me da igual. No escribo este texto para encontrar soluciones a un tema que quizá no lo tenga. Pero sí me gustaría dejar por escrito algunas ideas que desde hace bastante tiempo tengo muy claras, o creo tener muy claras, y que cuanto más tiempo pasa más claras me parece tener. Yo no soy un Pérez-Reverte de la vida (aunque haya alguno por ahí que diga que en algunos aspectos le recuerdo a él… por favor que alguien me dispare) y por tanto no voy a decir que la lectura es buena, que el que no lee es un tarado y cosas por el estilo. Hay mucha gente que no lee nada y que es muy inteligente y además es bastante feliz y tiene una vida bastante plena. Leer es una opción en la vida, no así en tu vida académica. La comprensión lectora es esencial (por cierto, no desarrollada en muchísima gente adulta…) para lograr un buen expediente académico. Ahora bien, se supone que eso significa que tienes que leer ficción. Y no sólo ficción, también literatura. Y la verdad, no sé muy bien por qué.
Me interesa mucho este tema pero no porque quiera dar mi opinión sobre el sistema de enseñanza, no porque quiera yo enmendarle nada a los pedagogos, sino porque veo que mucha gente se está lanzando a explicar cómo se debe enseñar Literatura, a defender que los chavales y que incluso los niños lean Literatura y que además les guste, a lanzar ideas locas sobre cómo conseguir que el pringaíllo de trece años con granos y bigotillo armado con una tablet o un con smartphone se ponga ahora a leer ‘La Celestina’. Se supone que hay que hacer eso, ¿no? Hay que defender la Literatura, aunque nadie la lea, ni los adultos ni los ancianos. Los chavales del instituto tienen que leer ‘La Celestina’ y ‘El Quijote’, cuando la mayoría de sus padres y de personas mayores de treinta años no se las han leído ni tienen intención de hacerlo…
He aquí lo que yo pienso:
1: La Literatura no es para niños ni para chavales, del mismo modo que el Derecho o la Psicología tampoco lo son. Como decía Cervantes: la Literatura «los niños la manosean, los mozos la leen, los hombres la entienden y los viejos la celebran»
2: Se puede, eso sí, inculcar el hábito de la lectura a los niños e incluso a los chavales, que no tiene por qué ser literatura de clásicos, aunque tampoco estaría mal que no fuera Harry Potter.
3: Porque no es verdad que sea mejor leer cualquier cosa que nada, del mismo modo que no es verdad comer cualquier cosa que nada. Para leer basura como la que hoy día se convierte en best-seller, mejor no leer. Viviremos más tiempo y más felices.
4: La Literatura no está hecha para gustar a nadie. No es un videojuego, ni es una diversión ni un pasatiempo. Eso pueden ser algunos libros, creados para disfrutar, pueden serlo algunas novelas, que son más películas que otra cosa, pero no la Literatura. Ni ‘Don Quijote’, ni ‘La Celestina’, ni ‘El Parnaso español’, ni ‘La saga/fuga de JB’, ni ‘Mientras agonizo’, ‘La montaña mágica’, ‘Ulysses’, ‘Meridiano de sangre’ o ‘La muerte de Virgilio’ se escribieron para darle gusto a nadie. Se escribieron para convertirse en un problema y en un símbolo, en un reto intelectual, en un sistema narrativo que desafíe el paso de los siglos.
5: Y todo eso no puede apreciarlo un chaval de trece años acostumbrado a jugar con su smartphone. Lo que puede hacer es, quizá, ir cogiéndole el gusto a la lectura y preparándose para el asalto, varios años después, de esas piezas literarias, que sin duda, y hoy día más que nunca, le van a suponer un verdadero desafío.
La Literatura no está hecha para hacerte feliz, sino para ser el arte más abstracto, extraño y doloroso de todos. Ese displacer que sólo en ciertas fases de tu vida consigues apreciar como se merece.
7 respuestas a “¿A quién le gusta la literatura?”
Tengo la idea definitiva para que te confundan definitivamente con Arturo y ya de paso con Juan: pasa a llamarte Adrián Massanet-Chacón, con apellido compuesto, 🙂 .
PD: Estoy con el último programa de podcast y tengo mucho que comentar cuando termine, prometo la respuesta más larga del blog.
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Jajaja sería la hostia…
Oye pues sí, espero tu comentario
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Hola, la gente hace cualquier cosa por defender sus ideales, yo personalmente opinó en casi todo cómo tu en está entrada, pero el problema es que la mayoría no saben cómo defender la literatura y simplemente intentan convencer de una forma que hace mil años se convencía.. Es mi humilde opinión. Un saludo
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Yo creo que la mayoría no saben cómo defenderla porque tampoco tienen claro cómo es
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Totalmente de acuerdo jajjaaj
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[…] ¿A quién le gusta la literatura? — Adrián Massanet […]
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