Ese en el que te das cuenta de la delgada línea que separa la presunción de un verdadero estilo de vida, en el que sabes que si quieres considerarte escritor, lo primero que tienes que hacer es parecerlo, y dejar de ser uno más, uno de tantos, otro de los que escriben constantemente acerca de cosas que, por lo visto, solamente les interesan a ellos mismos, y que así matan el tiempo, como podrían hacerlo coleccionando sellos o aprendiendo esgrima. Cada cual se divierte como puede, o como le dejan.
En estos cuatro años de página he escrito casi setecientas entradas, y he obtenido ciento noventa y dos mil visitas, no está nada mal. Me visitan entre dos mil quinientas y tres mil personas cada mes. Tampoco está nada mal. Supongo que para conseguir algo de todo esto, algo más que aprender, desarrollar mis ideas y dejar por escrito mis reflexiones, tendría que multiplicar esos datos por diez. No es el caso. No tiene demasiada importancia.
No voy a dejar esta página, que tantas buenas cosas me ha dado (también alguna que otra desagradable), pero voy a bajar el ritmo de publicación, que venía siendo de entre quince a veinte entradas al mes, a máximo dos por semana. Esto me va a permitir dos cosas: la primera, que esas dos entradas sean, cuando tenga tiempo, más elaboradas de lo que vienen siendo, y segundo, poder centrarme más en unos cuantos proyectos que tengo entre manos y con los que no consigo avanzar. De este modo, publicaré, siempre que pueda, un texto entre semana –martes, miércoles o jueves– y uno el fin de semana –sábado o domingo–. Siempre que tenga tiempo. En caso de no tenerlo, no podré publicar, porque estaré totalmente centrado en mis otras tareas como escritor.
Y supongo que cuando estos proyectos ya estén encauzados y cercanos de terminar, retomaré mi ritmo habitual, que no es tan difícil de lograr siempre que no estés enfrascado, como suelo estarlo yo, en varias cosas a la vez.
Muchas gracias a todos los que estáis suscritos a esta página y a todos los que os dejáis pasar por aquí cuando os interesa lo que tengo que decir. No voy a dejar de actualizarla, pero me temo que ahora mismo tengo que invertir todas mis energías en cuestiones que requieren de todo mi tiempo y esfuerzo.
Aquí te esperamos, Adrián; ve a por tus otros proyectos, deja todo lo que tengas en ellos y si tienes tiempo y ganas te seguiremos leyendo por aquí. Y cuando acabes, por una parte nos alegraremos de leerte más a menudo, pero por otra será triste que no estés enfrascado en lo que más te gusta.
PD: ¿No hay una forma de unificar comentarios de Viajeros de la noche? Porque supongo que en Twitter os escriben cosas, veo que en Ivoox también, yo te escribo aquí y no tengo cuenta en Ivoox ni Twitter para comentar las píldoras, no sé si en Spotify también os dejan mensajes…
Me gustaLe gusta a 2 personas
Hola, Logan
No es gustarme más, es que son proyectos que a lo mejor cristalizan en algo importante. Tiempo tendré para pasarme por aquí, pero no quiero desviar más energías de las estrictamente necesarias.
No hay forma de unificarlos. Yo los leo todos, si sirve de consuelo, pero unificarlos imposible. En Spotify no se puede dejar comentarios, pero ya son bastantes vías.
Gracias, no me alejaré mucho de aquí. Un abrazote!
Me gustaLe gusta a 2 personas