Uno de los conceptos más resbaladizos y complejos de tratar y de analizar en cualquier soporte narrativo que se precie (ya sea literatura o cine, ya sea en televisión o incluso en música) es el tan demonizado, en muchos sentidos, e incomprendido y minusvalorado como el de la violencia, que sin embargo es un concepto tan fundamental, tan esencial, como el de narrador, personaje, estructura, tono, belleza, armonía, ritmo o estilo, y una herramienta narrativa tan importante como la música, el sonido, el encuadre o la profundidad de campo. La violencia, que en el mundo real designa un comportamiento o un hecho luctuoso y terrible la mayoría de las veces (aunque no siempre), en la ficción se vuelve imprescindible, tanto en su aplicación, como en el punto de vista del autor sobre ella y la manera de tratarla en pantalla, en toda obra narrativa de peso que se precie.

Generalmente se suele confundir violencia con salvajismo o con imágenes sanguinarias, que de por sí no necesariamente han de ser violentas. Lo son en cuanto pueden producir una reacción de violencia en el espectador, pero muchas veces no son violentas en sí mismas. Tampoco en el mundo real, y desde luego no en ese espejo que es la ficción. Porque puede ser tan violento un tiroteo como el sexo, un asesinato como un parto. Pero en ficción, siempre, cualquier concepto, y el de violencia se incluye, depende de la puesta en escena y de la mirada y del tempo narrativo del director, por lo que en una película o novela o serie de televisión, un tiroteo o un parto o una escena de sexo puede o no ser violento. Pero hay que tener en cuenta, para empezar, que una obra narrativa ha de albergar violencia en cualquiera de sus niveles y jerarquías visuales o psicológicas, o no será una obra interesante. En ficción, incluso la belleza ha de ser violenta.

Cabría entonces definir qué es la violencia en la ficción, en la filosofía del otro lado del espejo. Y para hacer eso, de forma inevitable, debemos definir qué es la violencia fuera de la ficción, a nuestro lado del espejo. En realidad la violencia no es ni buena ni mala. Le sucede lo mismo que al fuego, al agua, a la muerte o a la naturaleza. Todo depende de lo que signifique para el personaje o personajes de la obra narrativa y lo que aporte a su identidad como carácter y a su perentoria realidad en la ficción. Si acudimos a la RAE nos dirá que la violencia es el «uso de la fuerza para conseguir un fin, especialmente para dominar a alguien o imponer algo», y en efecto así es. Eso es lo que todos entendemos por violencia, y es algo oscuro y terrible y totalmente rechazable. Pero la violencia puede y debe definir más cosas. No es de por sí mala, solamente es algo que trastoca una realidad o una continuidad de hechos o de situaciones, de manera impactante, de manera enérgica, brusca a veces, intensa casi siempre. Pocas cosas hay más violentas y sanguinarias y pasmosas que el nacimiento de un niño, pero nunca lo calificaríamos de algo deleznable.

En cine y en literatura la violencia posee una cualidad operatoria muy distinta: la violencia ha de ser aquello que desee el director o novelista. O algo luminoso o algo terrible, pero es la mirada del director o novelista el que impone sus características sin tener en cuenta cómo operen en la vida real. En ese sentido podemos distinguir entre dos tipos de violencia, a grandes rasgos: la violencia gráfica y la violencia poética, y ambos tipos pueden, y deben, interrelacionarse entre sí para hacer de la obra final algo verdaderamente interesante. La violencia gráfica es aquella que entra por nuestros ojos, exclusivamente, y que puede buscar aún así un trasfondo psicológico, estético o moral para los personajes. Y la violencia poética es aquella que no se ve, pero se siente: el tipo de violencia que nos tensa y puede llegar a agobiarnos, pero que jamás llega a mostrar imágenes explícitas. Muchos directores y novelistas, muchos más de los que pudiera parecer, no saben emplear la violencia, ni narrarla, ni tienen una visión sobre ella, ni tienen nada que decir al respecto, por eso para ellos la violencia no es algo abstracto que deban definir, sino algo concreto que escapa de su alcance: la violencia es algo malo que emplea la gente malvada, y su único uso en pantalla es morboso o bien esteticista (no confundir tampoco con estético).

Otros directores, los que sí tienen algo que decir, emplean la violencia, la gráfica o la poética, o la gráfica-poética (como por ejemplo Martin Scorsese en ‘Taxi Driver’, o Paul Verhoeven en ‘Elle’), para hablar del ser humano y para adentrarse en su naturaleza, sin mostrar la sangre o los eventos violentos como algo bello o esteticista, sino como un medio para un fin. Y algunos otros, como Bergman o Kurosawa, incluso en sus filmes aparentemente más «apacibles», los inundan de una violencia profundamente poética, esa que no se ve pero se siente en cada secuencia, que convierte la película en un visionado doloroso para el espectador. Y pocos novelistas son capaces de emplear la violencia como algo interesante, pero cuando por ejemplo McCarthy, en la sublime ‘Meridiano de sangre’, nos plantea una carnicería sin fin, un orgasmo de sangre y vísceras, consigue de algún modo trascender esa violencia gráfica para convertirla en un ejemplo de arte poético incomparable; así como cuando Thomas Mann soluciona su monumental ‘La montaña mágica’ con ese acto violento final, de una tensión insoportable, nos sentimos pasmosamente liberados por uno de esos momentos catárticos de la literatura.

Decía yo el otro día que el cine es sonido… también he dicho alguna vez que la literatura es el flujo del pensamiento del autor convertido en narrativa… y hoy voy a decir que el cine y la literatura son en realidad violencia, y no son nada sin ella. ¿Cómo dejar poso al espectador-lector sin violencia?

22 respuestas a “Violencia”

  1. Interesante artículo Adrián. Sobre todo, me quedo con esas dos películas que nombras al final, las cuales desconocía

    Dos preguntas:

    1) ¿Qué películas o series de tal violencia gráfica te han hecho estremecerte por el contenido violento?

    2) ¿Que es peor: la violencia explícita o la que se intuye y sugiere pero no se muestra?

    Un saludo

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    • ¿No conocías ‘Taxi Driver’?…

      No entiendo las preguntas. ¿La primera se refiere a qué películas o series me han estremecido por su contenido violento? Buff, muchas, desde las de Scorsese o Verhoven, hasta las de Kurosawa.

      No sé a qué te refieres con peor, ¿más impactante o menos elevado estéticamente? No entiendo.

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      • La primera pregunta se refiere a contenido violento de forma explícita, ya sea tortura física como el oldboy, tortura mental como la chaqueta metalica con el sargento hartman y el recluta patoso, violencia sexual como irreversible de Gaspar Noe o el príncipe de las mareas

        Respecto de la segunda pregunta, es una mezcla de ambas pero sobre todo, refiriéndose a aquella violencia manifiesta y brutal o aquella que se intuye pero no sé ve, a nivel estético y narrativo

        Gracias

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    • No a ver, Elle y Taxi Driver, claro que las conozco. Me refería a meridiano de sangre o la montaña mágica, que de la primera me veré luego tu crítica.

      Respecto a mis preguntas, disculpa, seré más concreto y pondré ejemplos porque es verdad que son preguntas muy generales en vez de ir al grano

      Gracias

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  2. Buenas noches, Adrián.
    ¿Qué opinas de la violencia en la filmografía de Q. Tarantino? Habida cuenta que en sus películas la sangre se muestra a borbotones y per se constituye un rasgo característico de su cine. ¿Crees que peca por excesivo?

    Sé que no eres demasiado «fan» de Spielberg pero en ‘Munich’ tiene una escena, a mi juicio se encuadra perfectamente en el rango de gráfica-poética, en el que una persona es asesinada y su sangre se mezcla con la leche que había comprado recién el mercado en un plano cenital. No sé si recuerdas esa parte… Es un plano muy interesante… ¿No crees?

    A todas estas, como bien señalas acá, Scorsese es un maestro total en este apartado: Taxi Driver, Goodfellas, Cape Fear, The Irishman, por nombrar aquellas en las que la violencia es más marcada y palpable

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    • Hola, Robert!

      Tarantino me gusta, me caen bien. Casi siempre usa la violencia de modo irónico y cruel, pero siempre con sentido del humor, salvo en ‘Reservoir Dogs’, en la que la violencia es infernal e insoportable.

      Sobre ‘Munich’, una de las mejores películas de Spielberg sin ninguna duda, hablé largo y tendido en criticasmasanet.wordpress.com. Tiene muchos planos muy interesantes, como ese que tú nombras y muchos otros. La violencia en esa película es insoportable, nauseabunda.

      Scorsese es un de los maestros de la violencia actual, desde luego, pero quizá el gran maestro sea Kurosawa.

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  3. Ufff… Y qué decir de la escena de ‘Gone Girl’ en la que Rosamund Pike le corta el cuello a Neil P. Harris… Es la escena más grafica y a la vez más ¿excelsa? que he visto en un cine. Creo que es el prototipo ideal de cómo filmar una escena de ese tipo. Sonido, planos, actores, etc., Fincher conjugó todos esos elementos de manera magistral.
    ¿Qué escenas consideras están a la altura o en semejante nivel que esta de Fincher?

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    • uff, qué preguntas más difíciles me hacéis a veces… y yo trato de contestar lo mejor que puedo, no sé si consiguiéndolo…

      Esa escena de ‘Gone Girl’ es escalofriante, y tal como dices, Fincher emplea de manera magistral encuadre, montaje, música y sonido.

      Escenas de violencia salvaje en la historia del cine me preguntaba también CinefiloGC en estos comentarios, os respondo a los dos lo mejor que sepa:

      No creo que haya escena más violenta que la «seducción» del párroco a la madre en ‘Fanny y Alexander’ o la de ‘Dersu Uzala’ cuando cree ver la sombra del tigre. Ahora bien, supongo que os referís a secuencias como la de los gritos de ‘Miller’s Crossing’, o cuando se corta la lengua el protagonista en ‘Oldboy’, por citar dos estupendas y dispares películas. Hay muchos ejemplos de brutalidad en el cine pero lo difícil es que esa violencia trascienda, que sea un medio y no un fin.

      Por otra parte creo que la muerte de Kurtz en ‘Apocalypse Now’, en la que apenas se ve nada, es de una violencia salvaje por el montaje encadenado con el animal sacrificado, y que las masacres de ‘Meridiano de sangre’ no se te olvidan jamás.

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      • Sí, la verdad Adrián es que contestas de una manera sublime, dado tu punto de vista y del que se aprende no sólo con tu blog sino con tus reflexiones. Lo que me quedé cojo respecto a la segunda pregunta que te hice. De todas maneras, hay tantas formas de violencia en el cine que cuantificarlas es un absurdo. De todas maneras, si hay un cineasta que no me deja en absoluto indiferente con la crudeza y realismo en sus imágenes es Lars Von Triers, un genio, donde los haya

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    • Puedes ir empezando por ‘Rashomon’, que fue la película que le consagró internacionalmente, o puedes seguir con sus películas medievales, como ‘Trono de sangre’ o ‘Kagemusha’.

      En realidad deberías verlas todas, sin más, en cualquier orden y tardando lo menos posible.

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  4. Por cierto, Adrián hace un par de días vi por vez primera «El espíritu de la colmena» y… ¡wow! De antemano sabía que me las vería de frente con una obra maestra absoluta. Aquí, no sé si se te pasa igual que a mí, pero cuando sé y soy consciente de que estoy por ver algo grande, algo sublime, algo que ha trascendido el tiempo, de alguna manera me siento intimidado o sobrecogido por una extraña sensación. En fin, es una película que en un solo visionado no alcanzás a captarla y abarcarla en su totalidad, su trama digamos superficial es sencilla pero lo que subyace es muy denso y requiere mucho visionados más para aprehenderlo… ¿Estoy equivocado?
    Luego de verla, leí el artículo que hiciste sobre ella en espinof, la fecha de publicacion es 19 de abril del… ¡2010! Jaja, hace casi 11 años, es fascinante que una cosa que redactaste hace tantísimo tiempo, hoy en día perdure y cause una impresión profunda en un lector, en este caso particular: yo.

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    • ¿De verdad te causa una emoción profunda un texto que escribí en 2010? Me dejas bastante perplejo. No recuerdo bien lo que escribí.

      En efecto, cuando te cuentan un poco lo que estás a punto de ver y tienes tiempo de prepararte, si de verdad es algo grande el estremecimiento es aún mayor. Pero también puede ser mayor la decepción, desde luego.

      ‘El espíritu de la colmena’ es una hermosa obra maestra y es verdad que requiere de varios visionados pare entender sus múltiples lecturas, pues funciona al modo de relato laberíntico, en el que a menudo sus puertas son muros y sus muros ventanas.

      Es un filme de pura raigambre poética, que se inscribe en la línea de un Tarkovski o un Bergman. Lástima de la breve carrera de su máximo responsable.

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  5. Buena reflexión Robert. No he leído la crítica de Adrián pero concido contigo en que El espíritu de la colmena es una obra maestra dentro de su género

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  6. En lo que respecta a la violencia de sus películas, las películas que me han sorprendido dentro de la violencia del cine te diría:

    Ichi the killer de Takashi Miike; Irreversible de Gaspar Noé (la violación más cruda del cine jamás filmada); Lars Von Trier con Anticristo; Darren Aronofsky con Requiem por un sueño; Perros de paja de Sam Peckinpah; Martyrs de Pascal Laugier; Saló o los 120 días de Gomorra (a Pasolini se le iba un poco la pinza); Asesinos natos de Oliver Stone; Battle Royale de Kinji Fukasaku; La pasión de Cristo de Mel Gibson; Oldboy (no necesita presentación); y menor obra pero curiosa, Las colinas tienen ojos de Wes Craven

    Son películas que a mi juicio, si no te causan ningún tipo de sensación, es que se es muy frío 😀

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    • Es lo bueno del cine, para gustos, colores.

      De todas maneras, yo hablo de violencia en las películas, más allá de que sean memeces o no. Munich es una excelente película pero no considero que sea una película de una violencia insoportable.

      Es como con Tarantino, que son películas violentas pero más por su lenguaje que sus escenas, a las cuales estamos acostumbradas hoy en día. Diferente a películas como El exorcista o La naranja mecánica cuando se estrenaron en su tiempo, que debido a la época y a la ausencia de violencia en sus películas eran transgresoras y violentas para su tiempo.

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  7. Bueno, he de darte la razón pero es cierto que la violencia acompañado de humor negro y acido como hace Tarantino o Robert Rodriguez puede ser muy gratificante (Abierto hasta el amanecer es una de mis películas favoritas porque creo que la habré visto unas 20 veces, de hecho fue mi primera adquisición a la edad de 15 años). Otra cosa es la violencia para desagradar e inquietar (en ese sentido, Gaspar Noé es experto en eso) , luego la violencia reflexiva (oldboy es un claro ejemplo de ello) y luego la violencia por diversión. Braindead de Peter Jackson o Erase una vez en Hollywood de Tarantino es un buen ejemplo de ello.

    La verdad es que me gustaría ver las películas con tu ojo analítico pero me doy cuenta que para ello debes recibir una formación adecuada a ello y estudiarlo. Mientras tanto, yo sigo disfrutando del cine y aprendiendo de quienes saben más que yo, como es tu caso.

    Un saludo y que pases una buena noche

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